sábado, 25 de octubre de 2014

Lanzarote: Jardín de Cactus y Salinas de los Agujeros


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Se trata de una ruta realizada en coche, por lo que el perfil resulta irrelevante. No obstante, lo aporto para respetar la estructura de los post de viajes que estoy poniendo.
El punto de partida de la ruta está, aproximadamente, en el kilómetro 5 de la carretera LZ–404, que lleva de Teguise a la carretera LZ–1 (de Tahiche a Guatiza). Un kilómetro después de pasar Teseguite (OJO: no confundir con Teguise) veremos a nuestra izquierda las peculiares formaciones rocosas que tomamos como punto de partida de esta ruta.
Realmente merece la pena detenerse y pasear entre ellas. Algunos salvajes han grabado sus nombres o iniciales en las rocas, dando muestras con ellos de su nivel cultural y capacidad de respeto con el entorno medioambiental.


Un poco más allá de las formaciones vemos el Barranco de las Piletas y detrás del mismo, la Montaña de Guenia. Si miramos a la izquierda, en la misma dirección que va la carretera, queda ante los ojos la Montaña Tinamala, en cuyo interior se esconde La Caldera.

Visitado el enclave, continuamos hasta llegar a la LZ–1 y giramos a la izquierda con dirección a Guatiza. Enseguida encontraremos señales que nos indican que debemos tomar un desvío a la derecha para ir a nuestro destino (así como a los Jameos del Agua y a Órzola).
Hemos de pasar bajo un puente sobre el que cruza la LZ–1. Al otro lado del mismo una moderna gasolinera puede sacarnos de un apuro.
Para llegar al Jardín de Cactus solo hemos de atravesar Guatiza y encontraremos a nuestra derecha un espléndido aparcamiento antes de abandonar la población. No tiene pérdida, pues en el centro del mismo se alza un inmenso cactus (de metal) de un verde llamativo.
Allí mismo una señora ataviada con ropa típica de la zona expone a los ojos de los turistas varias hojas de cactus con cochinillas. Éstas son unos pequeños insectos, originarios de México, parásitos de algunos tipos de cactus. Antes de que aparecieran los colorantes sintéticos se criaba para obtener el colorante rojo carmín, también llamado grana cochinilla o E120. Este carmín se usaba por los indios prehispánicos para teñir sus ropas y cabellos, como maquillaje, así como para colorear pinturas murales de sus edificios religiosos.


El acceso al Jardín de Cactus está realizado con piedra volcánica. La idea del propio Jardín y el diseño del mismo son del artista lanzaroteño César Manrique, cuya presencia en los más diversos rincones de Lanzarote es constante. En concreto este Jardín fue su última obra, realizada en 1991.


En la misma taquilla pueden adquirirse entradas para algunas de las atracciones más interesantes de la Isla: Jameos del Agua, Cueva de los Verdes, Mirador del Río, etc… o para una combinación de los mismos, obteniendo un precio más reducido que si se adquieren individualmente. Pongo la lista informativa de precios por si a alguien le interesa:
El Jardín de Cactus se ubica en una antigua cantera de extracción de arena volcánica (picón), que los campesinos utilizaban para cubrir sus cultivos y retener, de este modo, la humedad para que llegue a las raíces de las plantas. Tiene una superficie algo superior a los 5.000 m2 y cuenta con unas 2.000 plantas diversas, de casi 1.000 especies diferentes de cactus.
Los ejemplares son muy llamativos, al menos para mi, que no soy en absoluto experto (ni siquiera conocedor) de este tipo de plantas.
Me ha resultado complicado elegir las fotos que iba a publicar aquí de todas las que hice. Finalmente me he decidido por éstas:





Regresamos a Guatiza para ir, desde allí, a visitar las Salinas de los Agujeros. Advierto que el track que acompaño tira una línea recta desde el centro del pueblo a las Salinas. Sencillamente, puse el gps en “pausa” mientras tomábamos algo para refrescarnos y no recordé activarlo hasta que estábamos en las salinas. En cualquier caso, llegar no tiene ninguna dificultad (puede seguirse también el track de vuelta): basta con tomar, una vez en Guatiza, cualquiera de las calles que salen a la izquierda e ir en dirección al mar. Algunos carteles señalarán la dirección a la Urbanización los Cocoteros, siendo esa la dirección correcta.
En esa dirección dejaremos Montaña Tinamala a nuestra derecha y Las Calderas a nuestra izquierda.
Las Salinas de los Agujeros fueron construidas “en serio” alrededor de 1940 aunque su origen, por lo que leo de algún testimonio de un lugareño, data de 1920 aproximadamente. Son, junto con las Salinas de Janubio, las únicas en activo en Lanzarote. Ocupan una superficie de más de 45.000 m2 y en ellas se llegaron a recoger hasta 850 Tm. de sal de gran calidad.
Cuando las visitamos nosotros estaban inactivas pues, según lo que leo, otoño no es época de producción de sal.

El agua se obtenía a través de un pozo (todavía existente) del que se subía el agua con molinos. Posteriormente se utilizó una bomba.

Unos cientos de metros más abajo, rodeando la Playa del Tío Joaquín, se encuentra otra explotación salina más antigua que ésta de los Agujeros y que lleva varios años abandonada, por lo que no nos acercamos a visitarla. No deja de llamarme la atención la pequeña caleta ubicada allí mismo, con un espigón formado por grandes bloques de piedra volcánica donde algunas personas toman el sol plácidamente como vinieron al mundo.
La caleta está bien preparada para el baño y práctica de algún deporte acuático, pues cuenta con una razonablemente zona extensa cubierta de madera así como con otra con una rampa que facilita bajar y subir embarcaciones al agua.

Regresamos hacia Guatiza dejando a nuestra derecha Las Calderetas, que nos proponemos recorrer en otra ocasión.
Al llegar a la carretera, giramos a la izquierda con dirección a Tahiche, donde finalizamos.