domingo, 24 de abril de 2011

Mujer Comerciante

A lo largo de mi vida profesional he podido constatar, en innumerables ocasiones, que, sobre todo en los pueblos pequeños, el comercio era un medio de subsistencia más para la familia. Mientras el marido se encargaba de ganar un jornal en el campo, con el ganado, en la construcción o en el taller (por cuenta propia o ajena), la mujer atendía, además de las tareas de la casa (cocina, ropa, limpieza, etc...) y el cuidado de los niños, el pequeño comercio familiar.









La mujer en la fábrica

La incorporación de la mujer a las fábricas fue una conquista de la mujer. Aún hoy (increíble) nos siguen diciendo que, a igual trabajo, no perciben igual salario.

Fijaros en las caras de estas trabajadoras. A veces mucha ilusión por tener un medio de subsistencia, pero ¡cuánto sacrificio!


















Costureras 1

La costura, la hilatura, el bordado, han sido muchas veces medios de subsistencia, proporcionados por la mano de la mujer, para las familias. Pero, desde siempre y durante siglos, han sido ellas las que se han encargado de confeccionar la ropa de vestir, la del hogar, del arreglo de toda la ropa de la casa

¡Cuántas espaldas rotas! ¡Cuántos ojos dejados en la aguja y el hilo!
















Bailarinas

Soy un convencido de la absoluta igualdad de mujeres y hombres. Asumiendo, claro está, ese montón de pequeños detalles que nos distinguen o que caraterizan más a un sexo que al otro.

Soy también un convencido de que, por la estructura física (¿molecular?), unos seres humanos están mejor dotados que otros para determinadas y concretas actividades. Por ejemplo, para la brutalidad física estamos, generalmente, mejor dotados los hombres. También algunas mujeres, claro, pero generalmente los hombres.

Soy, finalmente, un convencido, de que la mujer no necesita discriminación de clase alguna (ni positiva ni negativa) para desarrollarse plenamente con todo su potencial. Lo único que necesita es Justicia, con mayúsculas. Esa Justicia que durante siglos se le ha negado.

En una sociedad donde hubiera un trato absolutamente igualitario (y que, por cierto, no es la nuestra) la mujer podría aportar al acerbo común de la Humanidad toda su capacidad, su inteligencia, su saber hacer, su sensibilidad. Y tendríamos un mundo mucho mejor.

Sirvan estas entradas dedicadas a la mujer como un pequeño reconocimiento a ellas.

Comienzo con estas fotos de bailarinas, profesión en la que tantas veces han tenido que sufrir tantas tropelías para poder ejercer y demostrar la belleza de su arte.